AnimalismoProtección Animal

Carta de un toro al torero

Carta de un toro a su asesino

Señor Torero,


No sé si leerás esta carta, ni si te importará lo que te diga.

Pero quiero que sepas que no te odio, simplemente me das pena.

No entiendo por qué me has elegido a mí, ni por qué me has traído a este lugar donde mi único destino es morir. Yo era feliz en el campo, con mi madre, mis hermanos y mis amigos, no le hacía daño a nadie, yo vivía feliz.

Aunque me esfuerce aun no entiendo porque me arrancaste de mi hogar, porque me metiste en ese camión?, porqué me encerraste en un corral?. Me dejaste solo, a oscuras, asustado, hambriento, sediento, me pinchaste, me golpeaste, me debilitaste, me pusiste algo en los ojos que me nubló la vista. Me diste una bebida que me quitó las fuerzas y mi vitalidad.

Y luego me empujaste a esta arena, a la cual corrí pensando que la tortura terminaba, allí estabas tú, vestido, con una espada en mano.

Me hiciste correr tras un trapo mientras gente estúpida gritaba Olé. Tú me engañaste, me burlaste. Me clavaste unas banderillas que me desgarraron la carne, me hiciste sangrar, me hiciste llorar, me hiciste agonizar. Me debilitaste al extremo y hiciste de todo antes y durante la corrida para doblegar mis fuerzas y no poder defenderme. Tu solo eres un cobarde que se esconde detrás de una espada asesina, sin ella no eres más que un maricon cual grandeza causa pena.

Resistí cuanto me fue posible y cuando ya no podía más, indefenso, cansado y agonizando, empuñaste tu espada y la clavaste en mi corazón.

Sentí un dolor insoportable, oí tus gritos de triunfo y los aplausos de quienes elogiaban lo que hiciste sin importarles el sufrimiento que sentí. Tú me mataste por el cochino dinero, pero ellos, ellos pagaron una entrada para saciar su morbo al ver cómo me quitas la vida. 

Agonizando pregunto ¿por qué? ¿Qué te he hecho yo a ti? ¿Qué placer y honor encuentras en matarme? ¿Torturarme es arte para ti? No sé quién es peor, si tú, o los humanos que solo por placer pagaron para ver cómo me arrancas la vida. 

Yo no te entiendo torero, no entiendo tu crueldad, ni tu vanidad, ni tu cobardía, no entiendo tu cultura, ni tu tradición, ni tu pasión. No entiendo tu humanidad, ni tu moral, ni tu razón.


Yo no quería morir, yo tenía una familia, unos amigos, unos sueños. Yo tenía una dignidad, una bravura, una nobleza. Que yo tenía un alma, un corazón, una vida.

Y tú me lo has quitado todo, torero. Todo por tu capricho, por tu ego y por tu falsa gloria.

Mientras te sientes orgulloso, yo siento pena de ti y de tu ignorancia.

Que dios te perdone, Yo no puedo!!!

El Toro